Por el Dr. Tim J. R. Trumper
Leyendo la Biblia regularmente es
importante para los Cristianos, pues en bendiciendo nuestra lectura, El
Espíritu Santo profunda nuestro conocimiento de Dios y de nosotros mismos. Este doble conocimiento es, como John
Calvin famosamente comenzó sus Institutos de la Religión Cristiana, nuestra
"verdadera y substantiva sabiduría."
Es una cosa, sin embargo, prestar
atención al llamado de Dios para leer Su Palabra, es cual otra cosa tener
conocimiento como hacerlo. Esto es
comprensible. La Biblia es una
verdadera biblioteca (66 libros).
Sabiendo con cuales empezar, como relacionar lo del Antiguo Testamento
con lo del Nuevo Testamento, y como acercarse a los libros con diferente
géneros, puede ser desalentador.
Sin embargo, el asunto es importante. El apóstol Pedro observo en su día que, "el ignorante y
tuerzo inestable (Escritura) para su propia destrucción" (2 Ped. 3:16).
Vamos a considerar a continuación, algunos principios por los que se puede leer
las Escrituras, y beneficiarse mas de lo que debería para el Cristiano un
ejercicio espiritual habitual.
Nuestro
Acercamiento a La Biblia
Nos acercamos a la Escritura con
oración. Antes de leer la,
buscamos al Señor por Su ayuda.
Necesitamos que nos muestre lo que significa el pasaje que se nos ha
dado y lo que se debe aprender de ella.
Por esta oración,
pronunciada sinceramente, manifestamos una confianza en Dios para la
iluminación que necesitamos.
También manifestamos una disposición a someter a la enseñanza de la
Biblia. Esta sumisión surge del
amor a Dios (el autor sumo de la Biblia); de la realización que los asuntos
espirituales requieren discernimiento espiritual que solo Dios concede (1 Co.
2:14); y en vista de la verdad, que verdades Bíblicas no son naturalmente
agradable. Dejado a nosotros
mismos, somos capas de recechar cualquier cosa en las escrituras que no este de
acuerdo a nuestro sabor. Creyentes
fieles, sin embargo, son los que sinceramente buscan discernir su significado y
abrazar lo en el trabajo de nuestra fe y nuestra conducta. Tan, no le agregamos a la escritura, le
restamos de ella (Rev. 22:18-19), ni la torcemos (ver arriba).
Nuestra
Introducido a La Biblia
La Biblia no es un libro ordinario, y no
es necesario que se lea como otros libros (del comienzo). Cuando comparte uno
las buenas nuevas, por ejemplo, es mejor señalar a los lectores primarios el
evangelio. Aunque el evangelio era conocido en los tiempos del antiguo
testamento (Jn. 5:39), la progresión de su revelación llego a su clima en el
ministerio de el Señor (Jn. 1:14, 17-18).
Pues, animamos a los lectores nuevos de la escritura que estudien
primero Mateo, Marco, Lucas, y Juan.
Les encomendamos la practica de preguntarse así mismo, al leer,
preguntas como: Quien era Jesús?
Porque es su evangelio buenas nuevas? Que tienen estas buenas nuevas que decir me. Ya que los lectores son familiarizados
con las características más destacadas del Evangelio, se les hará mas fácil
desarrollar se a las promesas de las buenas nuevas en el Antiguo Testamento y
las epístolas del Nuevo Testamento.
Con eso dicho, ciertos libros del Antiguo Testamento, como Eclesiastés,
son mas accesible y relevante inmediato al inconverso, y al que no es de
iglesia en particular.
Nuestro Uso de
La Biblia
Como Cristianos debemos utilisar la
totalidad de la Escritura. Pablo
escribe: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redarguir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de
Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra." (2 Tim.
3:16). La énfasis del apóstol
desafía un malentendido de largo tiempo, que si una cuestión no se encuentra
tratado en el Evangelio, no es importante. Mientras que los autores de el Evangelio narran el trabajo
de la persona del Mesías, los Apóstoles, como testigos de Jesús desde su
bautismo en adelante, funcionan como heraldos del Mesías. Mientras que la forma de sus escritos
difiere ~ en que escribieron epístolas prácticas en lugar de registros históricos
~ los apóstoles, sin embargo, predicaron el mismo Evangelio. Aunque Pablo no fue llamado hasta poco
después de la muerte de Jesús, lo mismo se puede decir de él. De hecho, si
Pablo hubiese salido con un anuncio diferente del Cristo, se hubiera entrado en
aguas profundas con los apóstoles.
Más bien, nos encontramos con el apóstol Pedro poniendo los escritos de
Pablo por parte con la Escritura (ver 2 Ped. 3:16). No sólo los escritos de Pablo dan lugar central a Jesús el
Cristo, establecen claramente la doctrina cristiana en el contexto del Antiguo
Testamento. Rechazamos la
afirmación de entonces, que Pablo se estableció como un segundo fundador del
Cristianismo. Para enfrentar a su
enseñanza en contra de la de Jesús es una falacia. Toda la Escritura nos equipa!
Nuestra
Aplicación de La Biblia
Para aplicar las Escrituras a nuestras
vidas correctamente, hay ciertas preguntas que deberíamos preguntarnos: (1) ¿Hemos entendido correctamente el
texto o pasaje en su contexto histórico y gramatical? (2) ¿Habla el texto o
pasaje a los que son, o que no lo son, el pueblo de Dios? Por ejemplo, Amos 4:12 y Apocalipsis
3:20 se utilizan a menudo en referencia a los no cristianos cuando tienen clara
referencia principal para el pueblo de Dios. (3) ¿Entre la Escritura, se derogado o modificado el
principio en el corazón del texto o pasaje a la mano? Por ejemplo, los principios del Antiguo Testamento siguen,
al menos que sean claramente derogado o revisado en el Nuevo Testamento; Hay evidencia entre el Nuevo Testamento
que los dones extraordinarios del Espíritu habían servido su propósito por el
fin de la era apostólica (Hebreos 2:3-4).
En otras palabras, nuestra aplicación de la Escritura debe corresponder
a lo que enseña la Escritura actualmente.
Lo importante entonces, es no sólo una alta vista de la Escritura, pero
un alta uso de ella.